lunes, 3 de agosto de 2009

IMAGINEMOS




Imaginemos que yo no soy quien dice ser, que soy una ficción, la creación de un autor que, igual que me ha dado vida, me la puede quitar en cualquier momento, porque sólo existo en su mente.

Y ese creador, por ejemplo, sólo me va a utilizar para poder decir, bajo una personalidad inventada, lo que él quiere decir y no se atreve. Por eso crea una ficción.

Imaginemos lo contrario; que sí existo, que soy realmente quien digo ser, pero que lo que escribo, no es producto de mi imaginación, sino de la de otro. Soy yo quien ha entrado en la vida de alguien y la he usurpado, le he robado su personalidad, su pensamiento y lo utilizo a mi conveniencia hasta el extremo de que puedo acabar en cualquier momento también con la vida de ese a quien he suplantado.


Quiero utilizar su pensamiento para escribir lo que yo no sé reflejar en un papel pero si aparecer yo como el autor.

Imaginemos que soy un fantasma y que vivo gracias a la muerte de otro, una especie de Matías Pascal, y que, por tanto, no puedo vivir mi vida, sino necesariamente la de otro, la del muerto a quien he sustituido, a quien he vuelto a la vida a cambio de la mía y, por eso, solo puedo escribir como lo haría el otro: si tengo vida, pero escribo con su mente, porque yo nunca puedo volver a escribir como quien antes he sido.

Imaginemos que los nueve de esta casa virtual somos pura ficción, producto de la imaginación de un único autor, puede ser cualquiera de nosotros, que nos ha dado existencia, una especie de heterónimos para recrear una serie de vidas que, en realidad no son más que una sucesión de actores en busca de autor.


Nos somos nosotros quienes escribimos, ni siquiera tenemos pensamiento ni vida propia, sino nuestro autor, que en cada unos de nosotros ha creado un ser distinto. Sólo uno de nosotros es quien dice ser.

Y, finalmente, imaginemos que nosotros si somos nueve seres distintos pero, cuando escribimos, no somos verdaderamente los que decimos ser, sino los que hubiéramos deseado ser y que, por lo tanto, somos una ficción de nosotros mismos, una invención sobre nosotros mismos y hecha para evadirnos de nuestra propia realidad. Somos actores de nuestra propia ficción. ¿Quiénes somos en realidad?

Imaginemos...

31 comentarios:

  1. Pues mi querido Txema si siguieramos la tesis de Pirandello en su obra "Uno, ninguno y cien mil" seríamos una mezcla de nosotros con la mirada del otro...
    Pero en todos los casos imaginables "todo es real" porque nada lo es... y pienso... ¿qué más da?

    Imaginemos que para mi tu existes tal y como yo te interpreto, no como tu escribes y quieres aparecer... sino como yo te leo y te imagino...

    Es mi mirada, es la tuya, es la de cada uno de esta casa... El conjunto es también una mirada poliédrica, repleta de múltiples aristas, todas intersantes...

    Un beso querido Txema, el Txema que yo tengo en mi mirada

    ResponderEliminar
  2. (Pues me acabo de pellizcar y todo....anda qué... Dios mío, espero que el que nos haya imaginado no sea Huxley...

    ResponderEliminar
  3. Inteligentísima, talentosa y brillante Carmen. Pero, en todo caso, cada uno de nosotros seríamos la interprestación de los demás, es decir, una ficción igualmente.

    ResponderEliminar
  4. No querida Menda. Tú me imaginas a mí, yo a tí y, así todos y cada uno de nosotros nos vamos imaginando, como -creo- que apunta Carmen.

    Pero, al imaginarnos creamos un personaje y le damos vida propia. es nuestra creación, hecha a través de la imaginación de los otros. Y para cada uno de nosotros es inseparable de los otros.

    Si algún día nos conociéramos los nueve (cosa ciertamente deseable, por cierto) estarímos, incoscientemente, buscando el nexo de nuestra propia imaginación con la realidad, lo que nos une, la parte común.

    Estoy deseando leer las opiniones del resto de vosotras y también la de Troll que seguro nos dejará pasamados.

    ResponderEliminar
  5. "Yo soy yo y mis circunstancias", esas que me han llevado a crear y luego medio abandonar a una Jaima...
    Aúnque podamos adivinar lo que se esconde tras el nick y/o personaje creado.. No se sabe bien del todo, ni nosotros mismos, quienes acabamos siendo realmente...

    El calor me impide pensar más..
    Un beso.

    ResponderEliminar
  6. Si Selma pero, nosotros, cuando te imaginamos desconocemos tus circunstancias y, te pensamos más con las nuestras. De forma que tú, pasas a ser nuestras circunstancias a las que damos vida en tí.

    Es más, creo que cuando nos leemos, interpretamos sobre la base de lo que imaginamos, no sobre lo que cada uno de nosotros escribe. No sé si me explico bien.

    ResponderEliminar
  7. Te explicas y te has explicado muy bien.. Avisé que mi neurona está condicionada por la calor ;-)..

    Y me olvidé decirte que esta Entrada es excelente y da mucho que pensar...e imaginar..

    ¡Buenas noches, Txema!

    ResponderEliminar
  8. Cuando leemos los artículos, un libro o cualquier otra cosa siempre pensamos y nos imaginamos en sus "protagonistas".

    Creo que a todos nos pasa y siempre ponemos en trabajo la imaginación.

    Me gustaría conocerte, conocernos todos, y dejar ya de imaginar...

    Mil besoss

    Sara

    ResponderEliminar
  9. Bien, creo que estamos en el buen camino. Vamos a ver, lo que quiero decir es que por ejemplo, cuando leo a Carmen y ahora que he visto su "rincón" mucho más, lo que en realidad hago es interpretar, con mi idea de Carmen, lo que estoy leyendo. No leo a Carmen, leo lo que yo creo que es ella y por tanto interpreto a Carmen, me convierto en autor de Carmen.

    Y no es que tenga una idea "preconcebida" de Carmen, es una idea exacta. Tengo una idea exacta de lo que yo imagino que tiene que ser Carmen. La he concebido.

    Por lo tanto, todos los actos de Carmen, responden a mi idea de ella. Incluso cuando dice que está agotada puedo imaginar el cansancio de ella y su actitud ante esa situación.

    Por supuesto, esto vale para todas y algo menos para Troll que, lo reconozco, muchas veces me supera ampliamente.

    ResponderEliminar
  10. Claro Sara, pero aquí sucede justo lo contrario. No nos ponemos en la piel del protagonista o del articulista. Es que creamos nuestro propio protagonista a través de lo que leemos.

    Cuando yo leí Crimen y Castigo, me identifiqué con uno de los protagonistas, un tal Razumijin, pero el seguía siendo él y era él quien absorbia mi persona.

    En este caso, nosotros creamos los protagonistas. Creo yo, claro.

    Seguro que conoces los diversos personajes de Fernando Pessoa, pues algo parecido.

    ResponderEliminar
  11. Querido Txma imagíname ahora, en ese rincón que ya conoces, con unas ojeras estupendísimas, acabando de terminar de trabajar hace no menos de media hora, dedicada a pasear en solitario por este espacio que se expande, y para celebrarlo, y dado que no tuve ganas de cenar en su momento, me he preparado una bandeja con una, eso si, pequeña tostada de pan, con un poco de cabrales, del auténtico, y una copita de ribera...
    ¿Qué tal me ves? Y enseguida, porque mañana estaré como medio muerta, me iré a soñar con mi Leonard...
    También a ti te mando un beso

    ResponderEliminar
  12. Carmen te imaginé, igualmenente cansada, pero en vez del pan con ese cabrales, estuve a punto de poner (y no es broma) preparándote un tortilla francesa.

    Lo sueños te los dejo para tí.

    ResponderEliminar
  13. María, muy bien. Es que tú eres capaz de ver la realidad mejor que yo. Por ejemplo tu post sobre los pájaros y tu perra.

    Yo habría sido incapaz de ver más allá de un hecho meramente curioso, o natural. Pero tú imaginas, quieras o no, tu propia realidad.

    Interpretas unos hechos naturales y les das su propia vida y además, eres capaz de comunicarlos.

    ResponderEliminar
  14. Txema, llego un poco tarde porque ayer estuve un tanto fastidiada y hoy leo tu post y continuo fastidiada, no es mi mejor día para analizarlo como yo quisiera, las que me preceden lo hacen mucho mejor que yo, solo decirte que creo que no somos como somos sino como nos ven.Espero ir espabilándome a lo largo del día, un abrazo.

    ResponderEliminar
  15. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  16. Excelente reflexión la que induces con tu entrada y todas esas posibilidades que podrían ser a veces difíciles de discernir(mmm quizás intuyo en esto un trasfondo o previo para algo cultural-político a posteriori?..)

    Cuando se habla de 'realidad' en un sentido metafísico me entran temblores y 'el mundo' se torna algo así como una jaula llena de espejos enfrentados y deformados autoconsistentes que lo contienen todo a la vez que están vacíos.... Alguna vez, hace muchos años ya, solía torturarme de vez en cuando divagando sobre la existencia y realidad de alguna cosa, de si tiene sentido algo así más allá de esa nuestra caja conceptual humana tan débil.... Y ya no hablo del terrible problema de la objetividad, si no de la propia idea de 'existencia' o cualquier otro concepto humano... Creamos todo en nuestro marco y jamás podemos salir de él, con lo cual no podemos saber si sabemos... Un terrible problema de base intrínseco que ha dado lugar a tan grandes como inútiles quebraderos de cabeza y disgustos de mentes quizás brillantes pero ingenuas para consigo (desde matemáticos hasta letrados). Extendiendo lo que aquí particularizas a la blogsfera o este blog, creo que estamos ante un problema francamente dramático, y es que nuestra mente (nosotros) no puede soportar ni sostener la autoreferencia... Si pienso en cómo soy, y por tanto como pienso, tengo que tener en cuenta como esa forma de ser y ese pensar modela mi propio pensamiento acerca de mi mismo, lo cual es simplemente un bucle infinito... o los espejos enfrentados que decía al principio.

    En fin... siento haber montado semejante jaleo metafísico, pero tu post y comentarios me parecen muy ligados a ello y no he podido evitarlo.
    Creo que existe un problema intrínseco fundamental de conocimiento de nosotros y de lo que nos rodea, sean personas, palabras o blogs... y sea lo que sea ese 'conocimiento', ese 'rodear' e incluso ese 'ser'...

    Un saludo Txema, y gracias por sacar estos temas tan interesantes y de esta manera.

    (no me los tengas muy en cuenta, pero encima no he comido todavía...)

    ResponderEliminar
  17. Y, por cierto, obviamente no es en absoluto descartable que se pueda llegar a conocer más, o mucho más, aquí que cuando se 'conoce en realidad' (en persona).....

    ResponderEliminar
  18. Con razón esperaba Troll tu intervención.

    El ejempo de los espejos contrapuestos explicaría, en parte pero, sólo en parte, a dónde quiero que llegemos, los que pertenencemos a esta casa que, por cierto, cuenta con un nuevo inquilinmo a quien en nombre de todos doy la bienvenida.

    Porque imaginemos querido Troll, que esos espejos, ciertamente vacíos en sí mismos, son unos, cóncavos, y otros convexos y sólo uno nonmal.

    Aparentemente, este último reflejaría nuestra imagen. Pero eso es falso porque lo que nosotros vemos en realidad es la imagen invertida de nosotros mismos.

    Lo otros la distorsionan pero no es menos irreal que la anterior. Es decir, ¿vosotros que imagen captáis? la del espejo normal o la del cóncavo-convexo que yo presento?

    Entonces, si nosotros vemos la imágen invertida, qué es lo que perciben los demás? Y dónde situamos la realidad.

    ¿Cúal es nuestra realidad, la del blog, o con la que convivimos el resto del día?

    ResponderEliminar
  19. Veamos Gèni. En qué consiste tu dolencia?, porque me he pasado por tu blog y no he notado nada raro(te he dejado un mensaje).

    Ya me sacarás de dudas.

    un beso inciático (y no digo más)

    ResponderEliminar
  20. La mayoría de las personas vivimos más de una vida en una, en una de esas vidas que vivimos somos porqué así lo hemos querido unos grandes desconocidos para algunas de las personas que nos conocen y que a su vez ellos desconocen de esa nuestra otra vida.
    Independientemente de la vida que vivamos, como la vivamos, del papel que podamos interpretar y de como nos vean los demás, nosotros somos, nosotros mismos.
    Un saludo
    Lucia-meveras.

    ResponderEliminar
  21. Pues así es Lucía. Pero no se trata de la vida que nosotros vivamos, o las vidas, que en eso estoy de acuerdo contigo, sino de la imagen que es ficción, lo que no significa que tenga que ser falsa.

    un saludo

    ResponderEliminar
  22. Cuánta imaginación... me perdí en ella, porque disfruto hacerlo.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  23. Lo que decía es que para mí hay una traba esencial de conocimiento en el ser humano, y en ese sentido, aunque la realidad exista (sea lo que sea existir), nunca podremos saber si la conocemos o podemos conocer en algún sentido... Por definición, sólo podemos ver lo que podemos ver, al igual que el esquema conceptual de una hormiga será el que sea, e igualmente válido o inválido que el nuestro... Con suerte, quizás algo parecido al exótico noumeno de Kant pueda estar detrás...
    No viene mucho al caso, y desde luego no me quiero extender mucho con eso, pero al igual que me imagino que en tu profesión te encontraras a menudo con el problema de la objetividad aplicado a la información, en 'otros' ámbitos ha habido grandes crisis en una dirección similar. Por ejemplo, en el que conozco más, ha habido un revuelo inmenso en su momento que todavía sigue sin solventarse del todo (ni se puede, bajo mi punto de vista) respecto a la existencia de una realidad ajena al observador... Para empezar, cuantificar u observar algo (o en otros ámbitos concebir, si quieres), de por sí perturba ese algo, y es imposible conocer su estado previo a efectuar esa observación (el ejemplo que ponía un día comentando en el blog de ella respecto a la medición de la temperatura de algo, lo cual es imposible de realizar porque nuestra medición afecta a la temperatura de ese algo de manera insalvable), pero para seguir, resulta que además la concepción más aceptada por la comunidad científica (en Física) es que efectivamente no parece existir esa realidad previa a la observación (.. aunque yo tengo muchas reservas al respecto por varios motivos).
    Esto puede aplicarse metafóricamente o no a lo que comentas, tanto en lo que concierne a la perturbación intrínseca que producimos sobre aquello con lo que interaccionamos (personas), como esa esquiva realidad en tantos sentidos.

    Particularizando en la dirección que indicas, y obviando esas dramáticas circunstancias, creo que tanto en este ámbito como fuera de él nos movemos en una mezcla entre lo que por tendencia natural 'somos', lo que creemos que somos, y lo que queremos mostrar y/o alterar de eso que creemos ser (hablo en general, en mi caso particular, sin estar libre de culpa en absoluto, he de decir que me lo trae muchísimo al pairo casi todo). La intuición, la experiencia y los puntos comunes que tenemos unos con otros nos llevan a formarnos una imagen de los demás en base a la información que tenemos y ellos nos dan, y esa imagen puede ser más aproximada o menos (dependiendo de las personas -tanto la que percibe como la percibida-) a esta conjunción de factores que digo que nos define de alguna manera...
    Habrá quien pueda servirse de este medio para quizás suplir sus carencias vitales tratando de engañarse a sí mismo, por ejemplo de alguna de las formas posibles que comentas en tu post o tantos otros cacaos mentales que se pueden ver en la blogsfera (y fuera de ella), pero creo que es bastante habitual que, con las gafas adecuadas, se pueda llegar a extraer más información incluso sobre una persona aquí que de la manera convencional... porque el lenguaje corporal dice ciertas cosas, pero también engaña y esconde muchas otras que este anonimato puede sacar a la luz.

    Sea como sea insisto en lo que comentaba al principio acerca del problema tan profundo de base que se esconde tras el género humano, el cual lo oscurece casi todo... Dos espejos enfrentados pueden mostrar cualquier cosa... a la vez que no muestran nada...

    Un saludo, Txema, y gracias otra vez por ahondar en estas cuestiones y leer este rollo siniestro.

    ResponderEliminar
  24. Supongo que la alusión inicial de Carmen y la tuya ahora, está relacionada con la obra de Prirandello que ella cita.

    La he empezado a leer y, sorprendentemente, viene a confundir aún más, todo esto que ya se por sí, como bien dices, es muy complicado.

    Y sí, me he topado con la objetividad como problema cada día en mi trabajo. Pensaba escribir sobre ello en unos días, cuando pasen las emocones del caso Camps. Veré si, finalmente, me animo.

    ResponderEliminar
  25. No, no lo conozco, pero seguramente sea interesante por lo que parece.. (aunque no muy prometedor según dices..) A ver qué tal evoluciona.

    El único libro que empecé a leer una vez hace muchos años y que roza algo de lo que digo era un armatoste llamado "Gödel, Escher Bach", o algo así, que buscaba un cierto paralelismo entre los Teoremas de Gödel (un matemático), las pinturas imposibles de Escher y ciertas composiciones de Bach.

    Estaremos pendientes de tus palabras, las que por cierto, siempre buscan esa objetividad templada en sus argumentaciones... (profundamente admirable para mí).

    Mientras tanto, como reza tu post, imaginemos....

    ResponderEliminar
  26. Este es un medio que da para divagar mucho.

    Pero a la larga van quedando en nuestro diario caminar quienes son auténticos.

    Tal vez porque estemos tan decepcionados de la hipocresía????

    Grato fue leerte.

    Saludos

    ResponderEliminar
  27. Avanzo lentamente en Pirandello y cada vez estoy convencido de que no sé quien soy en realidad. Ni siquiera sé si realmente soy.

    Así que he retrocedido y vuelvo al principio. Imaginemos que no soy quien creo ser...

    ResponderEliminar
  28. Si te fijas Txema, el 3 de Agosto fué el día que publiqué el poema de Machado y estaba fatal por eso decidí copiar un poema y punto, el diá 4 continuaba de lo peor, por eso el mismo día cuando leí tu post, ni mi mente ni mi cuerpo me acompañaban y no puede comentar más sabiamente tu interesantísimo post, se que me comprenderás,Fué el día 5 cuandoya me pasó todo y monté la que monté, sín querer, pero sucedió así y me congratulo de lo bien que lo pasamos.Besotes.

    ResponderEliminar
  29. ¡Este blog promete!
    Yo te imagino buena persona con tu barba y tu pipa... el resto que me recuerda a "Borges" se merece un comentario "pensado" para que esté medianamente a la altura del nivel de tus seguidores y ahora mismo sólo me vienen "banalidades" a la cabeza. Voy a cenar (es la mayor de todas)
    Un saludo

    ResponderEliminar
  30. ¡Te he traído el número de la suerte! soy la seguidora número 13

    ResponderEliminar