Goldenberg (montaña dorada) es un apellido muy frecuente entre los alemanes de origen judío o, si se quiere, entre los judíos de origen germano. Algo así como los Rodríguez en España o los Dupont en Francia. Es más, si mi información no es mala, el apellido en cuestión se presta a comentarios divertidos como pasa con los Rodríguez y Dupont, ya que se los considera los representantes típicos del pueblo judío, español o francés respectivamente y sea esto dicho sin ánimo de ofensa.
El caso es que un tal Samuel Goldenberg protagoniza uno de los pasajes de “cuadros de una exposición” del ruso Modesto Petróvich Mussorgski, quien inicialmente compuso esta obra para piano pero que, después orquestó genialmente el francés Mauricio Ravel, hasta el extremo de que es más conocida la versión para orquesta que la original.
El Goldenberg de Cuadros, es un judío rico que mantiene una conversación con otro judío, más bien pobre, y que acaba al final por imponerse, aunque el cuadro, no nos explica si por su riqueza o por su talento a la hora de convencer.
La parte que representa a Samuel Goldenberg es una música, muy profunda, como la de un tenor eslavo, muy seria y que, ciertamente impresiona, mientras que la de Schmuyle, el judío menos afortunado, es más liviana, algo infantil y nada seria, alegría total y juego.
Bien, supongo que a estas alturas, más de alguno habrá pensado a qué demonios viene todo esto, que es de sobra conocido y en realidad, salvo para los que quieren profundizar en esa obra, carece de más importancia.
Pues verán. resulta que una seguidora de este blog tiene la “mala suerte” de llamarse Myriam Goldenberg y, acaba de ser, como ella misma nos ha hecho saber, abuela. Desde aquí la felicito efusivamente.
Pero ¿qué relación tiene esta notricia con la música de Mussorgski? Pues, a parte de la coincidencia del apellido, hay una relación musical, muy libérrima por mi parte, claro está. Y espero que sea así entendido.
Me imagino a la abuela Goldenberg, no por rica, sino por juiciosa, tratando dentro de poco de llevar a sus nietas (son gemelas) la seriedad y el rigor intelectual que ella misma acredita. No hay que olvidar que se trata de una doctora bastante laureada. Así pues, la seriedad de la música de Samuel, encajaría perfectamente con la figura de nuestra amiga Myriam. Repito que es una interpretación muy personal.
Y las nietas escurridizas y más interesadas en los juegos, y por ahora poco atentas al discurso cívico de su abuela, estarían magníficamente representadas por las notas alegres de Schmuyle. Al final, con el tiempo, la seriedad de Goldenberg se impondrá, pero no por la fuerza, sino por la seducción de sus argumentos.
En fin , sirva esta pequeña disquisición, para dos cosas: la primera para reiterar mi simpatía a Myriam una de las primeras seguidoras de este blog, persona de unos valores que comparto y admiro y, en segundo lugar, quiere ser un pequeño homenaje a tantos y tantas hombres y mujeres de Israel que, como ella, si tienen sentido del humor y apuestan indefectiblemente por la paz y la convivencia con todos los pueblos del mundo.
Y, finalmente, si tienen tempo y les apetece, escuchen las notas del Goldenberg de los cuadros pinchando en el enlace.
Gracias por las felicitaciones, Txema, lleguè ayer a Buenos Aires y ya vi a mis nietas en la clìnica¡Son divinas! Son mellizas, no idènticas ( lo cual me facilitarà la tarea de reconocimiento a la hora de llamarlas por sus nombres).
ResponderEliminarMe emocinan y te agradezco tus palabras tambièn sobre mi persona, pero quisiera aclarar que no soy ni doctora ni laureada. Si una persona que piensa y cree en la paz y el entendimiento mutuo entre los pueblos del mundo, en el cual todos tenemos cabida.
Estoy tratando de superar el Jet Lag del viaje y la emociòn de tener 2 nietitas preciosas.
Todo junto ademàs vienen reencuentros con familia y amigos.
Irè apareciendo como pueda por los blogs. tengo a mi laptop conmigo.
Un fuerte abrazo y gracias de nuevo, por pensar en mi y mi familia.
Ahh y cuando pueda volvere a escuchar a M. ahora todavìa estoy medio zoombi por el jet lag.
Bonita dedicación! Y felicidades a la abuela Goldenberg!
ResponderEliminarTú crees que Schierenberg también es un apellido de origen judío?
¡Shalom, Saalam! para la feliz Abuela y mi enhorabuena, para ella y para tí por esta emotiva Entrada...
ResponderEliminary Besos
Myriam tienes un brillante curriculum que ya querríamos muchos. No te restes méritos.
ResponderEliminarPues Susana, no todos los apellidos que acaban en Berg son necesariamente judíos. Muchos sí, pero no todos.
En el caso de Schierenberg, que es montaña de los puros, no lo sé con exactitud, aunque me inclino a pensar que no. De todas formas te prometo investigar. jaja.
María y Selama, gracías por pasar por aquí.
saludos a las cuatro
Pues felicidades a la abuela, a las nietas que todavía no saben la suerte que han tenido al tenerla como abuela y a Vd. porque me encanta cómo explica la música y, especialmente, porque me ha parecido una delicia la comparación.
ResponderEliminarTengo pendiente todavía de comentar despacio su entrada anterior pero es que, una catarro estúpido me está dando más guerra de la imprescindible.
Un fuerte abrazo, Txema y le repito que ha sido un descubrimiento el blog. Siento mucho no haber llegado antes a él.
Meine Liebe Freia, no sabe cuando me entristece lo de catarro, posiblemente consecuencia de sus andanzas por Francia. ¡Ya sabe usted como nos detestan esos franceses! y a la más mínima ocasión nos fastidian.
ResponderEliminarEn cuanto a este blog, es muy lógico que le agrade más que el otro. A mí también, porque no sólo de política viven las personas y, frente a lo que ha acabado casi por convertirse en una más o menos afortunada plataforma política, aquí se habla de lo que merece la pena. Y con eso no quiero decir que la política no la merezca.
Asi que me alegro de su llegada. Y ya sabe, lo bueno es llegar, aunque no se sea el primero. Soy de los tontos que aún creen que lo importante es participar.
ACLARACIÓN: Lo de los franceses está dicho en sentido irónico, evidentemente. Nadie de esa nacionalidad dese por tanto por aludido.
ResponderEliminarsaludos
En garde!!
ResponderEliminarTouchée!
Lo había captado, por otro lado soy PROVENZAL, Grr!
Bisous.
Qué bonito texto y qué bien escrito... Felicidades a la neo abuela y gracias por el gazotube...
ResponderEliminarTXEMA: gracias amigo nuevamente por este homenaje que me emociona.
ResponderEliminarSUSANA, MARIA, SELMA, FREIA, EASTRIVER: mil gracias por vuestras felicitaciones. Saludos a todos uds.
FREIA: que te mejores prontito y gracias nuevamente pòr tus palabras.
ResponderEliminarGracias por investigar!
ResponderEliminarBueno, veo que estamos todos contentos. Me alegro.
ResponderEliminarsaludos
Original y simpático homenaje-obsequio para una amiga, estimado Txema.
ResponderEliminarAbrazos.
Muchas Gracias Total
Así lo he intentado Clara. espero haberlo conseguido, no menos estimada Clara.
ResponderEliminarSaludos
Txema, me uno a esa especie de homenaje que haces a mi admirada Myr. Coincido en muchos aspecto con ella, me encanta su lucidez, sensatez y equilibrio y espero algún día conocerla personalmente, al igual que a todos esos amigos y amigas virtuales que pululan por este mundo inmenso de la bloguería.
ResponderEliminarMyr, va también por ti y tus nietas.
Un abrazo
Pues nada, organizamos un viaje a Tel Aviv.
ResponderEliminarsaludos
¿Lo ven? Bicho malo nunca muere.
ResponderEliminarGracias Myriam a ti por tus buenos deseos. Han dado resultado.
Jajajaja, la Provenzal... cómo tira de nacionalismo pequeño... Mille bisous ma nomade. C'était seulement une petite sotisse (¿una o dos tes, ma chérie?) de Madame la comtesse!
Txema, gracias por su buenos deseos. Seguimos teniendo pendiente una discusión sobre Mahler. YO sigo creyendo que sí era la vida del músico la que Mann llevó al libro.
Por lo demás, totalmente de acuerdo en cuanto al esnobismo que supuso en los ochenta la música de Mahler para muchos.
Abrazos colectivos
Abramos entonces un debate público sobre el libro de Mann. Estas cosas me encantan. Jajaja.
ResponderEliminarSaludos
Muy bueno lo del apellido, en algunos casos los apellidos judios tambien puede llegar a significar un oficio, no en este caso, pero a veces se acostumbraba a ponerle el nombre de la profesión en idish.
ResponderEliminarSaludos