sábado, 16 de octubre de 2010

CIEN AÑOS DE INÉS ROSALES

Quién le iba a decir a Inés Rosales Cabello que su iniciativa de elaborar tortas de aceite en Castilleja de la Cuesta iba a trascender en el tiempo hasta alcanzar el centenario que se cumple precisamente este año. Y, no sólo eso, sino las propias fronteras de su Andalucía natal.

La torta de aceite es un producto muy típico de Andalucía pero, posiblemente, las de Inés Rosales son las más conocidas. No en vano se habla de ellas como las “legítimas y acreditadas” sin que nadie ponga en duda tal afirmación.

Y es que el uso del aceite de oliva virgen tiene difícil sustitución. No sólo para las tortas evidentemente, sin para cualquier otro plato que necesite el “zumo” de la aceituna como parte de su elaboración.

Así que hoy que es sábado, y siguiendo el ejemplo de nuestra docta Maria Jesús, he desayunado con cierta calma, ya que el resto de la semana no puedo, y he disfrutado, con moderación, las tortas de aceite de Inés Rosales.

Pero, ¿Quién fue Inés Rosales? La verdad es que no se sabe demasiado dee ella pero a mí me produce relativa sorpresa que una mujer -andaluza- que nació en un pueblo del Aljarafe tuviera tal visión de futuro como para que su idea de hacer tortas de aceite haya alcanzado tal relevancia

Esto demuestra -una vez más- la gran cantidad de tópicos que sobre las mujeres y sobre esa comunidad se han acumulado a lo largo de los años. Aún así habrá quienes sigan pensando que allí no hay iniciativas.

Parece que la madre de una de las primeras trabajadoras de la fábrica, que era un simple horno de una panadería, le prestó 25 pesetas (un fortuna entonces) para poder iniciar el negocio en el año 1915.

Las primeras tortas, y este dato si es fidedigno se vendieron en un cruce de caminos y en una estación de tren hoy desaparecida. La propia Inés acudía con un canasto lleno de ellas, hechas a mano y una a una, para venderlas, relatan las crónicas.

Del horno inicial se pasó a otro más grande y de ahí a tener que hacer las tornas en tres, ya que la demanda era importante fuera incluso de Sevilla. Del transporte rural al tren y de ahí a los camiones y al éxito.

Pero, como tantas veces en lsa vida, Inés Rosales no tuvo mucho tiempo para disfrutas de su éxito porque con 42 años falleció en 1934.

La empresa ya sólo quizá conserva el nombre de quien fuera su fundadora y posiblemente han entrado otros tipos de gestión y la automatización. Pero, lo que si aseguro con certeza, es que las tortas son riquísimas.
 
Aunque en la foto no se aprecia, el teléfono que anuncia es el 30 porque el papel del envoltorio reproduce el original, cuando la fá brica estaba en la calle Real 102.

50 comentarios:

  1. Txema que buena recomendación gastronómica nos traes hoy!!
    Ademas de una historia interesante.
    Un besazo

    ResponderEliminar
  2. Hola Anusky, me alegro de tu visita. Si tienes la ocasión de probar las tortas no la dejes pasar. Te aseguro que están muy buenas. Y ahora creo que las hay con chocolate. Ya es el dislate total.

    un beso

    ResponderEliminar
  3. Bueno, ¡qué ganas de probar esas tortas de grasa!
    parecen por lo que dices, exquicitas.

    Me lo apunto.

    Besos

    ResponderEliminar
  4. Txema, entre María Jesús y tú, nos hacéis la boca agua. Tienen una pinta exquisita. Y lo mejor de todo... tienen una historia muy bien contada.
    Saludos y feliz sábado.

    ResponderEliminar
  5. Humm, creo que las conozco, si son las que pienso me supieron a gloria, tendré que saborear por la vista, de otro modo..... maaalo. Menos mal que el recuerdo del sabor permanece en cierto modo. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Iré en busca de estas tortas...y prometo desayunar con ellas como lo hicíste..¿Como bebida, un café ristretto, un macchiato, o un café con leche tradicional? Pero café tiene que haber, aunque sea sólo para poner mis ojos frente a sus orificios..;P

    Un abrazo, Txema.

    ResponderEliminar
  7. ¡Tranki, el password!
    ¿Es un aviso? Zuzto..

    ResponderEliminar
  8. Estad seguros de que cuando las probeis os gustarán y entrarán a formar parte de vuestras cosas favoritas.

    Selma, no entiendo tu último mensaje. Ha pasado algo con una password?

    besos y abrazos

    ResponderEliminar
  9. "Tranki tío" es lo que suelo decir a un alumno cuando se está pasando, jaja.. No, no pasa nada, me ha hecho gracia..
    A ver el password que me toca ahora..

    ResponderEliminar
  10. Ah, es verdad que tú eres la especialista en password festivos. ya me acuerdo de uno hace unas semanas jajaja.

    petonets

    ResponderEliminar
  11. Pues hoy también celebré, que vino mi hermana...
    Si hubiera empezado desayunando así, mi colesterol malo andaría por las nubes.
    Bueno, mañana hago dieta (después de ver si encuentro las tortas que recomiendas).

    ResponderEliminar
  12. Jajaja. Espero que las encuentres y ya me contarás que te parecen.

    Hoy comí pulpo y huevos fritos con mollejas. Supongo que mañana a dieta también.

    Bicos

    ResponderEliminar
  13. Están riquísimas, Txema.
    La de cosas que no habrán hecho las mujeres... Otra cosa es que conste o no, jajaja.
    Besicos y buen domingo.

    ResponderEliminar
  14. Isabel
    Acabo de desayunar una torta y que rica me ha sabido.

    Te devuelvo los besicos aún con el saborcillo de la torta. Ya veo que las conoces.

    ResponderEliminar
  15. Txema, como andaluz que soy, he desayunado y merendado en muchas ocasiones con esas tortas de aceite. Por cierto que, de una u otra forma y fórmula, se fabrican en los pueblos de Andalucía tortas de aceite. Las de mi pueblo son exquisitas y a mi madre le encantan.

    A Inés Rosales deberían hacerle un monumento en su pueblo, si es que no lo tiene ya.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  16. Pues no sé si tiene el monumento, la verdad. Pero tienes razón y habría que hacerlo, si que no lo tiene.

    Si, las tortas son una de las especialidades andaluzas, como otras cosas que -creo- están relacionadas con el arte árabe de la cocina, que tan caro me es.

    un abrazo

    PD: seguro que las de tu pueblo son estupendas.

    ResponderEliminar
  17. No tan larga María que eres de mi quinta. La verdad es que no me extraña que se te atonjen porque son una tentación.

    ¡Viva Inés Rosales!

    besos niña

    ResponderEliminar
  18. Bueno Txme, que gusto. Te diré que como buena apreciadora y disfrutadora del buen comer (es un pecado malcomer, un pecado de esos terribles modelo Rouco)soy una consumidora de tortas de Ines Rosales (solo cuando mis kilos perdidos me lo permiten). Supongo que de mi infancia sevillana. Lo que no sabía es nada de su historia, que me ha encantado. Y es que cuando una mujer se pone, reconoce que... a veces... lo consigue.

    En fin, que he disfrutado de este desayuno tuyo y no se si irme a mi despensa y ver si tengo alguna torta y comérmela a tu salud y la del resto de los comentaristas.

    Sí. Voy a ver. Un beso

    ResponderEliminar
  19. A veces no, casi siempre. (lo de las mujeres)

    No sabía que habías vivido en Sevilla. La verdad es que sé poco. Ya me contarás alguna cosa más en torno a una torta. jaja.

    Buena idea esa de ir a la despensa a la espera de encontrar alguna. A mí me queda una pero mañana voy al Gigante y compro reservas.

    un beso.

    ResponderEliminar
  20. Yo he crecido con ellas, aún las compro. Hubo un tiempo que venían demasiado tostadas, como si la fórmula se resistiera (ha habido muchos imitadores pero nada parecido a las originales), me dio por pensar que estaba pasando a manos heredadas de Ines, cosas mías, que no quería se perdiera.

    Como así ha sido, no se ha perdido, y si vais por la carretera de Huelva, más allá del Aljarafe sevillano podréis contemplar las instalaciones nuevas de la firma.

    Txema, me ha dado alegría tu post y que te gusten.

    ResponderEliminar
  21. Me gustan, ya lo creo. Pero la fábrica ya no está en Castilleja y eso ha dado lugar a serios problemas entre los del pueblo.

    bueno, saludo y me alegro de verte por aquí.

    ResponderEliminar
  22. A mi como buena andaluza, me encantan, sobre todo la acompaño con un té verde por la tarde y me dan igual las calorías.

    Que usted las desguste bien.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  23. Muchas gracias Encarni, yo también las tomo con té.

    besos

    ResponderEliminar
  24. Como buen andaluz las he probado y son deliciosas. No conocía, desde luego, que fueran tan antiguas. Tienes toda la razon sobre los tópicos que nos ponen a los andaluces.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  25. Me gustan sin comerlas Las únicas que conozco son los bizcochos con grasa de Buenos Aires
    realmente increibles.
    te mando un abrazo desde Miami

    ResponderEliminar
  26. Goathemala, siempre me han fastidiado los tópicos. Es verdad que parece que sobre Andalucía se han dicho demasiadas sandeces. Y ya ves, como los hechos demuestan lo contrario sobre muchas cosas.

    saludos

    ResponderEliminar
  27. Recomenzar de Argentina conozco los alfajores y también me gustan.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  28. ¡Cómo me gustan!
    Ahora más, con la información, que las hace más cercanas. Hay que difundir estas cosas antes de que se pierda la memoria de los orígenes con tanto producto plastificado.

    ResponderEliminar
  29. Pues ánimo profesor Ojeda y difunda por Burgos la historia de Inés Rosales y sus maravillosas tortas.

    un abrazo

    ResponderEliminar
  30. Que placer leerte..das alas al que te lee.
    beso

    ResponderEliminar
  31. Hay mucha istoria detrás de algunos alimentos que llevan el nombre del que los creó...

    Las buscaré si voy por Andalucía y me acordaré de ti...

    ResponderEliminar
  32. Recomenzar, gracias de nuevo.

    Pilar, y todavía se podría contar alguna cosa más. Por ejemplo la polémica que se organizó en el pueblo con el intento de levantar un monumento a la buena de Inés.

    saludos

    ResponderEliminar
  33. Recuerdo el día en que me comí mi primera torta "Inés Rosales". Eran y son exquisitas, aunque ya hace tiempo que no las como.

    Por otra parte, Andalucía es una tierra llena de iniciativas y de emprendedores. Ya cada vez son menos los que conservan los tópicos que se le asignan a esta tierra.

    ResponderEliminar
  34. ¡Me encantaría probarlas!, de verdad. Imagino que sabrán riquísimas. Dime, por las dudas, ¿no tienes la receta?, así me la pasas.
    Saludos y que tengas una buena vida.

    Muchas Gracias Total

    ResponderEliminar
  35. Aro, todavía quedan muchos tópicos. es verdad que no sólo en Andalucía.

    saludos

    Clara, la receta está disponible en www.lacocinadeauro.com. Ya verás lo buenas que están.

    besos

    Espero que te sirva.

    ResponderEliminar
  36. Estas tortas forman parte de la historia de Andalucía, a Chipiona iba una mujer de Castilleja de la Cuesta con dos grandes cajas a verderlas por las casas, por ignorancia mía el único conocimiento que tengo de dicho pueblo son sus famosas TORTAS, original entrada para un homenaje tan digno para tan suculento producto, un saludo.,

    ResponderEliminar
  37. gracias por haber festejado conmigo mi cumple bloguero. besos

    ResponderEliminar
  38. Gracias Mamé, es tanto mi entusiasmo por esas tortas que voy a ir a Castilleja lo antes que pueda.

    Por ciertop, que los de la fábrica me han invitado a visitarla. Ya os contaré.

    Saludos

    Myriam , es un placer festejar contigo cualquier cosa.

    besos

    ResponderEliminar
  39. Txema no conozco estas delicias gastronómicas, aquí a las islas creo que no llegan. De todos modos a ver si las encuentro por algún sitio porque me han dado ganas de probarlas, es que soy muy goloso.
    Un saludo, Ibso.

    ResponderEliminar
  40. Pues Ibso, estoy seguro de que te gustarían mucho. Supongo que tiene que haber algún distribuidor para Canarias (si es que son esas las Islas)

    saludos

    ResponderEliminar
  41. Las he probado y la verdad es que eestán muy ricas... Y qué bonita forma de pasar a la posteridad. Y el nombre de Inés Rosales es suficientemente sugerente por sí mismo... parece el personaje de una novela de Almudena Grandes.

    ResponderEliminar
  42. Vaya Ramón, les podemos dar tu idea a los de Inés Rosales. jajaja.

    una abraçada

    ResponderEliminar
  43. Hace años, haciendo el servicio militar en el sur, había consumido muchas tortas de Inés Rosales. Fue un descubrimiento que compartí con mis Padres al enviarles algún que otro paquete con esas delicias, desconocidas en cuanto a su sabor en Catalunya. Hoy, al recordarlas los buenos recuerdos han empezado a desfilar por mi mente.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  44. Pues me alegro Jan de haber servido para algo útil.

    un abrazo

    ResponderEliminar
  45. Querido amigo... anda que ya no quedan más bollos de grasa.... aver cuando nos pones una nueva bolsa, digo... estrada.

    Que tengas un buen fin de semnana-

    ResponderEliminar
  46. Hola Myriam, esperemos que se me ocurra algo más o menos interesante.

    saludos

    ResponderEliminar
  47. A mí me encantan :-) Y sí q me he preguntado muchas veces cómo no se les ha ocurrido poner el teléfono actual en lugar de ese inconcebible de dos cifras. Pero ahora supongo q tienen un respeto reverencial por la fundadora, lo cual es muy de alabar.

    (¿Has probado las de San Martín de Porres? buenísimas también, pero ni de lejos se le acercan)

    Un abrazo. Y a ver si me cuentas eso de "cristiano, pero sin religión". Me ha encantao :-) Eres valiente, con la q está cayendo, ya pocos en la izquierda se atreven a confesar su inclinación cristiana. Un abrazo!! (Ah, te conozco el blog de Antonio, allí suelo leer tus comentarios).

    ResponderEliminar
  48. Querido amigo, gracias por tu sentido comentario en mi blog y tus deseos. Vengo primero a decirte, que mi retiro obedece a una necesidad interna, pero no bien pueda volveré a publicar.

    Y lo otro, Feliz año nuevo 2011 y que se cumplan tus espectativas.

    Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  49. Muchas gracias Myr, estaré encantado de volver a leerte cuanto antes.

    Y, por supuesto, te deseo lo mejor para 2011 y que se haga extensivo a tu familia y amigos.

    saludos

    ResponderEliminar