viernes, 6 de agosto de 2010

CONCURSO DE PARADELA

EL

Acababa de despedir a las últimas amigas que habían ido a felicitarla por su 17 cumpleaños cuando su madre le entregó un sobre de color azul. Aunque no tenía remitente, sabía perfectamente que era de él. Había estado esperando todo el día la llegada de esa carta. No había fallado ni un sólo año, cada 22 de junio.

Salió de la casa y se dirigió directamente hacia el pozo. Se sentó recostada sobre los ladrillos húmedos para leer con más tranquilidad. Para empaparse de cada frase.

Querida Teresa espero que estés bien. No me olvido de tu cumpleaños, y aunque no sé si la carta llegará a tiempo quiero enviarte un cariñosa felicitación

Lamentablemente este verano no podré ir a la casa de mi abuela. Mis padres quieren que vaya a estudiar fuera, a un colegio en Inglaterra...

No siguió leyendo, no era necesario. Él decía lo que durante tiempo había temido pero se negaba a aceptar. Lo que la torturaba cada día, el temor a perderlo.

Durante algún tiempo no sintió nada. Se quedó inmóvil junto al pozo. Pero, después de unos instantes, notó que un frío extraño y glacial le recorría el cuerpo, una sensación de desasosiego se apoderó de ella poco a poco. Sintió miedo de sí misma.

Entre tanto, su mente se trasladó a otro tiempo, a otro lugar, pero sin poder evitar la presencia de aquel pozo. Junto a él estaban los mejores recuerdos de su vida y ahora tenía que enterrarlos.

Se acordó del primer beso de él, las primeras caricias, las primeras promesas. Habían pasado nada menos que doce años desde que lo vio por primera vez. Ahora era el final. Muchas veces había imaginado este momento, sola, sentada en el pozo, esperando de él una respuesta que no quería escuchar..

La primera vez él llevaba todavía pantalón corto y el pelo rubio casi al rape y se aburría. No dejaba de preguntar por todo: cómo era la vida allí, en el pazo, durante el invierno, cuando él no estaba.

Todo le interesaba, hasta el más mínimo detalle. Las horas pasaban rápidas y nunca encontraba tiempo para volver al viejo caserón donde la seriedad y, sobre todo, la soledad más absoluta le esperaban. Ella lo sabía.

Durante todos esos años el había sido la esperanza. La posibilidad de otra vida; no sabía si mejor pero si, al menos, distinta. Una vida alejada de aquel pozo donde tenía que ir cada mañana a recoger agua, aquel pozo donde veía como su cara iba cambiando cada año, mientras que su existencia se quedaba estancada.

Cada verano era igual y a la vez distinto. Solo el pozo permanecía silencioso, expectante.

Casi era de noche cuando oyó la voz de su madre que la llamaba para cenar. Se levantó lentamente y maquinalmente tiró la carta al pozo. Era la despedida.

Desde aquella tarde Teresa desapareció, nunca más se supo de ella y, en realidad, a nadie le interesó entonces saber más.

Durante muchos años no hubo más cumpleaños, ni más cartas.

Pero el pozo, que siempre había sido un testigo mudo, no olvidó la promesa y su tapa sólo quedó cerrada cuando él la cumplió.















18 comentarios:

  1. Txema...esta vez has llegado a tiempo...enhorabuena ...pero nos lo pones mas dificil a los concursantes rivales...
    Estos pozos tuyos tienen una tendencia a ....bueno, que desaparece al final la gente en él....
    Es una virtud la fidelidad al cumplir las promesas...si señor.
    Un saludo y ¡¡suerte!

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  2. Buen relato. Me ha gustado.

    Dura competencia, jjeje.

    Un saludo

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  3. Narrar no es sólo juntar palabras. Hay que tener una historia, pensar cómo contarla, inventar un escenario, crear personajes, buscar las palabras adecuadas y unirlas dando a luz un texto agradable, que suene y que enganche.
    Tú lo has hecho.

    Me voy a la cama a soñar en gallego. Y eso es un milagro.

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  4. Buen relato. El pozo es una fuente de recuerdos y nostalgias...Un filón literario, si señor

    Abrazos

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  5. Por poco, pero entraste en buena hora. Un saludo rival y amistoso.

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  6. Gracias por vuestros comentarios.

    saludos

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  7. Txema: me entero casi de milagro, porque, igual que Paluchax, os olvidasteis de anunciar la entrada en los comentarios. Di tu que siempre hay indicios...
    Acabarás haciendo una novela y me encanta la idea. El espacio, ya está, los personajes principales, también...
    Y, si cuaja,a ver si conseguimos publicar.

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  8. Txema casi no me entero que participas!!!
    preciosa historia aunque menudo final!!!
    Un besazo

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  9. Suerte que Anna es tan ordenada y nos pone al tanto de todo, sino me hubiese perdido de leer esta hermosa historia.
    Besos

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  10. Después de leer esta entrada, me apetece mucho releer la anterior y volver de nuevo a ésta.
    Más tarde, volveré para contarle algo.

    Un abrazo, caballero.

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  11. Txema esta vez la que no llegué a tiempo fui yo. Desde el Viernes a mediodía no estuve y por eso ni voté ni leí tu entrada.
    Me gusta tu entrada, siento que las votaciones fuesen ya hace dos días.
    Bicos

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  12. No te preocupes, yo leí el tuyo y me gustó mucho. De hecho le voté, aunque no sé si sirvió de algo.

    saludos

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  13. Así me parece, porque antes o después de lo reclaman.

    saludos

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  14. Al margen del concurso, que no lo he seguido, puedo decirte que has recreado una fantasía extraordinaria, querido Txema.
    Un relato intimista, tierno y bien trabado.
    Abrazos, amigo.

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  15. Hola Isabel, muchas gracias por tu amable comentario.

    saludos

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  16. Te dejé antes un comentario, pero había un error en la publicación.
    Te decía que este hermoso relato me ha llevado hasta mi primer beso, en otro lugar.
    Me gusta mucho la imagen del paso del tiempo en el agua del pozo.
    Gracias por tu visita y siento el retraso en contestarte.

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  17. El secreto del pozo!
    El tema encierra nostalgias ,sentimientos , recuerdos y misterios escondidos entre sus aguas.
    Muy bueno!

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