jueves, 24 de diciembre de 2009

MIGUEL HERNÁNDEZ

Correría el verano de 1971 cuando conocí a la que durante muchos años iba a ser mi pareja (entonces se decía novia), en uno de esos guateques que se organizaban en esos años y en la que nos reuníamos para escuchar un poco de música, beber alguna copa de más y, si había suerte, tener algún roce con alguien del sexo contrario.

Recuerdo que, entre los pocos LP que esta chica tenía, porque no eran tiempos en los que anduviésemos sobrados de algo, ni siquiera de libertad, había uno de Paco Ibáñez que había editado no recuerdo que discográfica con una actuación en el Olimpia de París en la que había homenajeado a varios poetas españoles de todos los tiempos.

El LP, que eran dos en realidad, era nada bailable y bastante “revolucionario”, con lo que había que escucharlo en un tono menor a lo normal y siempre con cuidado de que no fuera oído por alguien que pudiera complicarte la vida.

De entre todos los poemas que Ibáñez había musicado, con mejor a peor fortuna, recuerdo varios que me llamaron entonces mucho la atención y, entre estos, uno de Miguel Hernández, que se llama “andaluces de Jaén”.

Yo no sabía prácticamente nada de Hernández ni de otros poetas que aparecían en el álbum en cuestión, como Alberti o Brassens. Además de mi propia ignorancia, lo cierto es que en España estos autores, si no estaban formalmente prohibidos, si eran silenciados deliberadamente porque estaban vinculados, al igual que García Lorca o Gabriel Celaya, a quien tuve el enrome honor de conocer personalmente, al régimen republicano o, aún peor, al Partido Comunista.

Me gustó escuchar “Jaén levántate brava, no vayas a ser esclava con todos tus olivares”. Me pereció una llamada necesaria a la sublevación contra la injusticia, contra la falta de libertad y, todo ello, a través de la poesía, esa especie de arma carga de futuro.

Así que gracias a Paco Ibáñez me llegó Miguel Hernández. Otros cantautores, después han hecho versiones de poemas suyos que incluso me han gustado mucho más, como el niño yuntero de Víctor Jara, que aún hoy me emociona, o este otro que leo y releo, sin poder muchas veces acabarlo:

He poblado tu vientre de amor y sementera,

he prolongado el eco de sangre a que respondo
y espero sobre el surco como el arado espera:
he llegado hasta el fondo.

Morena de altas torres, alta luz y ojos altos,
esposa de mi piel, gran trago de mi vida,
tus pechos locos crecen hacia mí dando saltos de cierva concebida.

Ya me parece que eres un cristal delicado,
temo que te me rompas al más leve tropiezo,
y a reforzar tus venas con mi piel de soldado
fuera como el cerezo.

Espejo de mi carne, sustento de mis alas,
te doy vida en la muerte que me dan y no tomo.
Mujer, mujer, te quiero cercado por las balas,
ansiado por el plomo.

Sobre los ataúdes feroces en acecho,
sobre los mismos muertos sin remedio y sin fosa te quiero,
y te quisiera besar con todo el pecho
hasta en el polvo, esposa.

Cuando junto a los campos de combate te piensa
mi frente que no enfría ni aplaca tu figura,
te acercas hacia mí como una boca inmensa
de hambrienta dentadura.

Escríbeme a la lucha, siénteme en la trinchera:
aquí con el fusil tu nombre evoco y fijo,
y defiendo tu vientre de pobre que me espera,
y defiendo tu hijo.

Nacerá nuestro hijo con el puño cerrado,
envuelto en un clamor de victoria y guitarras,
y dejaré a tu puerta mi vida de soldado
sin colmillos ni garras.

Es preciso matar para seguir viviendo.
Un día iré a la sombra de tu pelo lejano,
y dormiré en la sábana de almidón y de estruendo
cosida por tu mano.

Tus piernas implacables al parto van derechas,
y tu implacable boca de labios indomables,
y ante mi soledad de explosiones y brechas
recorres un camino de besos implacables.

Para el hijo será la paz que estoy forjando.
Y al fin en un océano de irremediables huesos
tu corazón y el mío naufragarán, quedando
una mujer y un hombre gastados por los besos.

9 comentarios:

  1. Ostras, Pedrín!!! Un guateque!! Eso sí que suena raro, Txema, ajjajaja. En fin, supongo que cada época tiene sus hábitos. Eso sí, y mira que siempre repito hasta la saciedad que a mi la poesía nasti de plasti, pero estos versos son preciosos.

    ResponderEliminar
  2. Si, asi es. Recuerda que un trocito de ellos te fueron dedicados.

    besos.

    ResponderEliminar
  3. Que versos más bonitos Txema!!

    Me encantaron..

    Pasaba a saludarte y desearte todo lo mejor para este nuevo año. Que el 2010 venga cargado de alegría y felicidad

    besoss de tu admiradora gallega

    sara

    ResponderEliminar
  4. Vaya, yo supe de la existencia de Miguel Hernández en clase, pero no le presté atención hasta que entablé conversación con un pariente suyo en un bar de Barcelona (algo pesado,por cierto)... Me acusó de no conocer sus poemas más afondo y me sentí tan inculta que me compré el libro...

    Feliz Navidad
    :)

    ResponderEliminar
  5. Miguel Hernández es un poeta del pueblo. Vivió y murió para y por el pueblo. Un tipo entrañable.

    Salud y República

    ResponderEliminar
  6. Si ya lees a Miguel Hernandez en la voz de Serrat, se completa el círculo.

    Besos querido Txema

    ResponderEliminar
  7. Pues si Sara, son posiblemente los versos de Miguel Hernández que más me gustan. Me parecen de una fuerza impresionante y trnasmiten un sentimiento profundo hacia su mujer.

    Sara (Barna.) me parece muy bien que reacionaras ante el desconocimiento del poeta. Y no es un signo de incultura necesariamente. Muchas veces el desconocimiento viene ocasionado por motivos ajenos a nuestra voluntad.

    Del pueblo, Rafa, del pueblo por el que luchó y que a veces le ha pagado con el olvido. Te reitero mi entusiasmo por Miguel Hernández y tu merecidísimo homenaje.

    Carmen, recuerdo haber escuchado el niño yuntero de Serrat pero me gusta más el de Víctor Jara. Ya sabes manías que tiene uno...

    Os deseo a todos unas felices fiestas.

    ResponderEliminar
  8. Bon día i feliç Nadal !
    No conocía este poema que me ha gustado mucho, la verdad es que conoco muy poco de este autor, en mis años mozos, que son anteriores a los tuyos, a estas reuniones juveniles les llamábamos fiestas, aquí la palabra guateque no se aplicaba, jajajaja, cosas de la vida !Petonets.

    ResponderEliminar
  9. Gènia, bon día i feliç nadal també. Guateques o fiestas creo que la idea es la misma.

    petonets

    ResponderEliminar