Noche de abril,
noche de viernes santo,
se escucha, lejana, una saeta,
como un rasgado quejido
por la muerte de un inocente.
Noche de abril, noche de luna llena,
luna pálida que ilumina tu marfileña cara.
Y en mi corazón partido
anida un dolor, un quejido contenido,
prque tus ojos verdes
no se cruzan esta noche con los míos
Noche triste y clara de abril,
noche de viernes santo y luna llena.
noche de dolor, noche de quejido
noche de amor...
por tus ojos verdes amor mío
Foto: T. Ruiz
sábado, 7 de abril de 2012
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Gracias María. Ya era hora de que escribiera algo, que llevo una temporada muy ajetreado. Y si se te han salatado las lágrimas es porque eres sensible y eso es bueno.
ResponderEliminarBesos
Te extraño cuando llevas tiempo sin asomarte. Buen día: se respira la Pascua, la primavera y el regreso de los ojos que se fueron.
ResponderEliminarGracias Ramón, intentaré que no pase tanto tiempo entre cosa y cosa.
ResponderEliminarUn abrazo
Llevabas ya mucho tiempo sin pasar por el blog ¿cómo estás?
ResponderEliminarBicos
Si, han sido tiempos complicsdos. espero poder escribir un poco más.
ResponderEliminarEmotivo poema.
ResponderEliminarUn abrazo
Dilaida te contesté una primera vez, pero fuí torpe y borré el comentario antes de enviarlo. En el segundo se me olvidó mandarte muchos y agradecidos bicos por tu interés en mi persona. Lamentable olvido.
ResponderEliminarTe los mando duplicados.
Gracias Myriam. A veces llega la inspiración de la forma más insospechada.
ResponderEliminarBesos
Al fin has vuelto...
ResponderEliminarPues si, tras una temporada algo complicada, a la que no es ajeno el sr. Rajoy, he vuelto y espero poder mantener cierta continuidad.
ResponderEliminarSaludos
Me alegra mucho volver a leerte Txema, se te echaba de menos, y además lo haces con el aroma de unos versos de semana santa.
ResponderEliminarUn beso.
Cómo me alegro, mi buen caballero de Noeraixò de que retome Vd., si no ambas, al menos la bitácora favorita.
ResponderEliminarY vuelvo a notarlo triste y doloroso. Y no me gusta, nein, nein. Que el dolor estropea el cuerpo y el ánimo.
Confío en que los tiempos complicados de los que habla ya hayan pasado y que retorne su natural buen humor, su delicadeza irónica y su elegancia dialéctica.
¡Véngase conmigo a París!
Un fuerte abrazo, Txema.
gracias María. Como ya he dicho anes, los últimos meses han sido azarosos y ciertamente complicados. Por ello he tenido que dejar este blog, bien que mi pesar. Espero poder retomarlo aunque sea poco a poco.
ResponderEliminarDesgraciadamente mi querida Condesa Freia, los tiempos son convulsos y me veo envuelto en los avatares de una crisis que no es tal, sino una mera trampa que el sistema impone.
Y aceptaría encantado ir a París, bien sabe que amo profundamente esa ciudad aunque ahora esté en ella un pelora inmundo del codillo.
Besos a las dos
Que bello poema! no imagino la noche de Abril del otro lado del mundo,la de aqui es melancolica si o si porque es noche de otoño,y en Viernes Santo,que tiene su carga emocional,extrañar ojos verdes de quien se ama es triste,la ausencia siempre duele,molesta, da prurito,este poema lo expresa con ternura,me gustó,lo disfruté mucho,el paso por tu blog me hizo bien,que tengas un buen inicio de semana!Buenissimo que escribas!
ResponderEliminarGracias Hada Isol, tus amables palabras me sirven para insistir en ello.
ResponderEliminarsaludos