domingo, 18 de diciembre de 2011
AMAR ERA PECADO
Foto: Txema
Me educaron en el silencio reverente,
en la absoluta vida recoleta
en el la obediencia y el respeto.
Crecí en la oscuridad bendecida,
en la casta ignorancia,
en el sacro aburrimiento,
en la tristeza desolada,
en la soledad no deseada.
En la escasez y en el remiendo,
en la ropa por otro usada.
En el temor de Dios
y de los hombres,
en lo clandestino y peligroso.
Todo era prohibido
Vivir era delito.
Imposible el pensamiento
Y amar… tú lo sabes,
amar como te amo,.
era el peor de los pecados.
.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Despues de muchos Posts sin comentar,pero leídos todos, hoy me he escapado y te puedo decir que tu faceta de Poeta es insuperable.. Estos versos ponen de manifiesto que en este país Rouco y sus predecesores hicieron mucho daño y lo siguen haciendo ( por lo menos lo intentan)..
ResponderEliminarAprovecho la escapada para reiterarte ( ya lo hice por mail) mis mejores deseos para Saturnalia y dejarte un beso, Poeta.
Nanit!
Sabes, a veces pienso si tanto esfuerzo (cada uno dentro de sus posibilidades) ha merecido la pena.
ResponderEliminarEs verdad que los antecesores de Rouco hicieron mucho daño. A mi, sin ir más lejos, me robaron mi primera juventud, y me encerraron en un país pacato y ridículo donde todo era pecado.
Es cierto que otros muchos les segaron la vida y eso no tiene posible comparación, en absoluto quiero establecerla.
Pero, pasados los años, empiezo a pensar que lo único que hemos logrado ha sido cambiar, y no del todo, la sotana o el solideo, por los mercados y las primas de riesgo. Un dios por otro y ni siquiera sé si este último es mejor.
Entonces, me pregunto si mereció la pena renunciar, aunque fuera sólo un poco, a algunas cosas que ya nunca podré tener para llegar a esto.
Bueno, en todo caso también te deseo lo mejor para estas saturnales y me alegro de que hayas escapado de su silencio para visitar esta modesta casa.
besos
En cuantas negaciones nos educaron, Txema, en cuántas. La culpabilidad la atizaban con encono y nosotros, niños en suma, nos veíamos culpables de todos los pecados. Menos mal que la madurez nos ha abierto las puertas del pecado, del bendito pecado que equivale a la vida sin culpabilidades ni mandangas coercitivas.
ResponderEliminarY a mi (también a muchos otros) además de todo eso que te pasó a ti, me pegaba el cura, la maestra o se reían de mi l@s niñ@s bien de la capital, cuando yo, pobre paleta de aldea, osaba hablar en la lengua que me hablaban en mi casa.
ResponderEliminarTal vez por eso ahora no soporto ni a los represores ni a los que se dejan reprimir.
Fuimos varias generaciones las que nos educaron en el NO, en el miedo, en el castigo divino y humano.
Durante mucho tiempo tuve una pesadilla, que se repetía con mucha frecuencia. Soñaba con un puente muy muy alto que tenía diez arcos (los diez mandamientos)y la gente se caía hacía el abismo, según iban pasando. Caían por el arco correspondiente al pecado que hubiesen cometido.
Ese dibujo estaba en una enciclopedia o en algún libro que utilizábamos en la escuela.
La pesadilla dejó de atormentarme en el momento que siendo ya adolescente, decidí que no podía ser buena ni saludable una doctrina que sólo habla de castigos.
Bicos
Esas regiones de la represión son espantosas, y celebro muy mucho que las hayas superado. Pero alguna otra cosa, como el vivir secreto, tranquilo, sosegado, resguardado, eso me parece algo que rescatar de todo aquel sinsentido. En una época de gritería y exposición desenfrenados, la discreción vital es enormemente elegante.
ResponderEliminarTxema, anduvimos por la vida en una misma etapa, con sus influencias nacional-catolicistas. No sabes cuanto m3e ha recordado a mi poema: "Padre confieso que he pecado".
ResponderEliminarUn abrazo
Hay que pecar con toda la densidad de la consciencia.
ResponderEliminarDilaida recuerdo perfectamente esa imágen. Lo que no puedo asegurar es de qué libro se trataba, aunque posiblemente, fuera alguna de las Encicplopedias Álvrez que muchos años después tanto furos hicieron.
ResponderEliminarNo me extraña que tuvieras pesadillas con esas metáforas. No es para menos.
bicos
Ramón es verdad que ahora domina el griterío y que a veces apatece el retiro, el sosiego, el silenci. Pero siempre debe ser una opción elegida, no una imposición, como la que sufrimos los de nuestra generación.
ResponderEliminarun abraçada
Antonio como tú casi todos hemos pecado, y mucho, de lo que, en muchos casos, deberíamos estar contentos.
saludos
Pedfo, estoy totalmente de acuerdo con tu aserto, así que pequemos densa y conscientemente.
un abrazo
Aquella época oscura pasó aunque a muchos les dejó marcas difíciles de superar pero mucho me temo que todas las épocas tienen muchas zonas oscuras. Por eso luchar contra todo tipo de de demonizaciones es vital e imprescindible para sentirnos libres y completos.
ResponderEliminarCuánto daño hizo y hace la sinrazón y los dogmas!
Besos
Carmen estoy absolutamente de acuerdo. Los dogmas y la sinrazón son unos de los mayores enemigos de las personas y de la civilización, sin embargo, ahí están, a cada vuelta de cualquier esquina.
ResponderEliminarbesos también pata ti
En mi blog te dejo mis mejores deseos para ti y tus seres queridos. http://antoniopc.blogspot.com/2011/12/lo-que-yo-te-deseo.html
ResponderEliminarUn abrazo afectuoso
¡Qué suerte entonces, que los tiempos están cambiando!
ResponderEliminarGracias Antonio.
ResponderEliminarsaludos
Myr no creas que en todos los sitios han cambiado
Besos